martes, 30 de julio de 2013

Sex in THIS City (Fucking)


Platicaba con mi amigo AL sobre algo muy cierto, en esta ciudad las opciones sexuales son tan diversas que hay para todos los gustos y tener sexo es lo más fácil del mundo. ¡En serio! aquí quien no fornica es porque no quiere, porque hay por lo menos dos o tres personas que se adecuan al perfil que buscas y viceversa. Buscar sexo se vuelve en ocasiones tan trivial, tan fácil, tan sin chiste que aburre, enajena o desgasta.

Lo importante es ¿qué esperas del sexo? Ajá, ya que contactas con un hombre que promete maravillas en el sexo ¿qué expectativas se tiene? y mejor aún ¿Qué ofreces?, nuestras pláticas han sido extensas sobre los pasivos-rana de esos que literal se echan en la cama y no se mueven, sólo son penetrados y eso es todo. Igual que los activos "móntate y haz tu chamba" donde con los brazos flexionados y las manos detrás de la cabeza quieren que su falo sea adorado como si fuera el único en el mundo (bitch please!). 

¿Cuál es mi actitud en el sexo? ¿qué espero de un encuentro sexual? ¿encontrar al amor de mi vida? ¿encontrar un alma gemela? ¿un sexbuddie? ¿o simple y llanamente sólo ser un mutuo kleenex donde se usa y se desecha?

El sexo en esta ciudad es tan peligroso, pasajero o significativo como nosotros lo queramos hacer, pues bien mucho depende de nuestra actitud, ya que tener sexo por tener no aumenta tus habilidades sexuales per sé, es el cómo percibes el sexo, cómo te percibes tu mismo y cómo estás dispuesto a que los demás tengan algo de tí (sexo) y ya sea que se lo lleven a casa y piensen en ello durante mucho tiempo o lo olviden con el siguiente compañero sexual que tengan.

¿Qué se da en el sexo que lo hace tan especial y significativo para algunos? ¿son acaso esos besos, caricias, miradas cómplices? ¿es acaso la dedicación a hacer algo nuevo y único con cada quien? ¿o es aprender algún arte para maquilar experiencias a granel?

Como dije al principio, en esta ciudad tener sexo es lo más fácil del mundo, pero enamorarse es otra cuestión, bien dijo AL --puedes acostarte con quien quieras pero tus sentimientos pertenecen a ti y tu sabes en quien piensas y de quien te enamoras, así andes fornicando con Juan o Pascual--. Muy cierto podemos fornicar con quien queramos pero nuestros sentimientos se van hacia un lado, eso es definitivo. 

¿Entonces qué hacemos desgastándonos fornicando a diestra y siniestra? Aquí uno no está para juzgar la vida de nadie … ¡faltaba más! pero si es bien cierto que muchas veces perdemos el objetivo el cual no es fornicar, es conocer a alguien en quien, a veces ilusamente, ponemos las esperanzas que sea alguien mas estable y no de transición.
 
BR

domingo, 28 de julio de 2013

De los Megapixeles a las Lentes (El camino de alguien que quiere aprender fotografía) 3


Pues ya que me puse a leer mas seriamente sobre las cámaras, entendí las grandes diferencias entre una DSLR (Digital Single Lens Reflex) y una Bridge (un híbrido entre una DSLR y una point-and-shot) ví todas las posibilidades que mi cámara me ofrecía y comencé a soñar con una Réflex…

También comencé a leer sobre los lentes (objetivos) y el gran valor, fue cuando comencé a leer que la mayoría de fotógrafos serios le prestaban mucho más importancia a éstos que a los megapixeles, y después de preguntar sobre los tamaños de los sensores, leer revisiones de equipos me fui dando una idea de lo que significaba todo esto en el mundo de la fotografía.

Un buen objetivo puede hacer la diferencia entre una foto, una buena foto y una foto espectacular, aunque también depende mucho del fotógrafo. Aquí hay miles de reglas, escritas y no escritas que en ocasiones se contradicen unas con otras, lo interesante es entender lo que al final cada quien te quiere compartir, pues siendo la fotografía un arte tan subjetivo como el que más, es normal que lo que para uno sea genialidad, sea cosa menuda para otro. Aún así los objetivos cobran protagonismo a este nivel, pues ya no se trata de ver quien tiene la cámara con mas megapixeles (que con 12 pa arriba vamos más que sobrados) sino de ver quien maneja mejor las técnicas de fotografía, quien aprovecha mejor sus recursos y quien convierte a los objetivos en herramientas de los dioses (no exagero). En este punto es bueno recordar que aparte de los objetivos de la misma marca de la cámara (Canon, Nikon, Sony, Pentax, etc) también hay marcas que fabrican objetivos con buena calidad o a precios mas asequibles, por ejemplo Tamron. Y entendí la diferencia entre un objetivo zoom, macro y fijo. Entendí que no todo en la vida es hacer zoom para tomar la foto "de cerca" sino el tipo de foto que quieres, que persigues y que anhelas tomar. Vamos que nuevamente comprendí la magia de la fotografía, que no es solo disparar por disparar, sino transmitir esa historia, eso que sientes lo debes proyectar a un desconocido... 

Y un buen día como suelen suceder las cosas buenas, después de ir a comer con un amigo le acompañé al Costco y entrando ví la gran oferta de una Nikon D5100 a 12 meses sin intereses, los ojos se me salieron y corrí hacia la cámara, acto seguido le pregunté a la demostradora si aceptaban mi tarjeta de crédito. De entrada me dijo que no, pero para estar segura fue a preguntar. Mientras yo hacía mis cuentas mentales. Regresó la dependienta y con una gran sonrisa me dijo que Si aceptaban mi tarjeta, así que le dije: No creo que pase, pero intenta, si es así ya tengo cámara nueva. Y pues la tarjeta pasó: Cámara nueva. No es necesario describir mi sonrisa cuando salí cargando mi nuevo tesoro y a partir de ahí comencé a aprender más sobre la fotografía réflex.

Así comencé mi camino en la fotografía ...

viernes, 26 de julio de 2013

De los Megapixeles a las Lentes (El camino de alguien que quiere aprender fotografía) 2


Como les comenté en la entrada anterior, mis primeros pasos en la fotografía digital fueron con una Sony Cyber-shot DSC-P30 de 1.2 megapixeles, prestada obviamente, pero era una dicha tomar esas fotos y tenerlas ese mismo instante en mi computadora. La era digital me estaba asombrando, en ese entonces una tarjeta de 16 MB era LA ONDA, exacto, dieciséis megas, no gigas como ahora. Con esa cantidad podías tomar fotos hasta hartarte. Adiós a los rollos de 24 fotografías, adiós a la espera, a los revelados caros, aunque las cámaras se amortizaban realmente si llegabas a tomar muchas fotos (como en mi caso).

Después tuve mi primer cámara propia, si era mía finalmente y fue la DSC-P9, con 4 megapixeles, era una barbaridad en aquel momento. Yo podía morir tranquilo porque sentí que "ya había llegado". Así es ya podía tomar fotos, pasarlas a la computadora, enviarlas por correo electrónico o grabarlas en un CD, 650 MB se antojaban prohibitivos para llenar al tope con fotos… y justo cuando se pensaba que había paz, llegó "La guerra de los Megapixeles" así es.

Los tan famosos, mentados y revisados megapixeles se convirtieron en el "yo la tengo mas grande" de la era fotográfica digital,  fueron objeto de controversia y de marketing (aún lo son) porque al final la pregunta siempre fue: ¿cuántos son suficientes? En aquel entonces 4 eran suficientes para mi, las fotos mostraban lo que yo quería, eran fotos planas, sin chiste quizás pero con mucha historia. Esos cuatro megapixeles eran mas que suficiente para vivir. Pero la mercadotecnia nos trajo 5, 7.1 y mas… actualmente se rumora de una posible Canon de 75 megapixeles (una grosería si me lo permiten). 

Ahí fue cuando aprendí acerca de las resoluciones, acerca de los puntos por pulgada, acerca de los pixeles. El Photoshop era algo complicadísimo que sólo los muy expertos conocían, el usuario de a pie jamás.

Pues bien fueron pasando los años, mi cámara cayó en manos de lo amante de lo ajeno, tuve otra que en una buena fiesta (intoxicación etílica incluída) se extravió y pues después de varios meses sin cámara, pude ahorrar lo suficiente (porque esa cámara ya la compré al 100% con mi sueldo, ¡que satisfacción!) y pues aspiraba a una DSLR pero francamente no me alcanzaba así que compré una Bridge, una Nikon P500 muy mona, con un zoom capaz de tomarle fotos a la luna desde un primer piso, vaya toda una pasada de cámara. Y así fue como comencé a interesarme más en la fotografía en forma mas seria. Una Bridge no ofrece el cambio de objetivos pero si da un menú mas amplio. Con esa cámara pude hacer mis primeros timelapses, con 12 MPX las fotos eran más que decentes, cualquier impresión salía genial y lo mejor era la calidad de su óptica, y ahí me comencé a enamorar de Nikon… 

miércoles, 24 de julio de 2013

De los Megapixeles a las Lentes (El camino de alguien que quiere aprender fotografía) 1


Todo comenzó hace bastantes años, cuando mi madre cuidaba su (única) cámara de 35 mm Kodak como si fuera un tesoro, yo no tenía permitido cargarla, cuando mucho verla muy de cerca o ver por el visor. Esa cámara fue para mi madre algo muy preciado, era lo que ahora llamamos una point-and-shot bastante básica, pero ahí comenzó mi curiosidad del cómo era posible que un "algo", un objeto tan material pudiera captar lo que mi vista contemplaba. En ese entonces no entendía de encuadres, de enfoques, de exposición, de aperturas ni de nada (ahora tampoco sé mucho pero algo he ido aprendiendo) sólo intentaba recordar cómo había visto la escena y cómo la mostraba la foto… era algo tan bonito, tangente, tan mágico. Si pudiera utilizar una sola palabra para describir ese proceso entre ver una escena, meter la mano a la bolsa y sacar una cajita que captaba esa esencia sería: Mágico.

Un buen día mi madre de la nada me soltó su tesoro, aquella Kodak 35 mm, y me dejó un rollo para mi solo… ¿que tanto habré captado? no lo sé, ¿dónde quedarían aquellas fotos? tampoco lo sé, pero desde ahí aprendí a hacer de mi mano una extensión de esa cámara. Y fui feliz (y el señor del estudio donde revelábamos aquellos rollos 35mm fue mucho más feliz, pues comencé a llevar mas rollos).

Quien me conoce sabe que desde entonces traigo una cámara en mano o cerca de mi. 


Cuando comenzó la revolución por tener todo digital (cuando ni idea de qué significaba la palabreja) todos nos subimos al vagón emocionados, la música era digital, el video y la foto se volvieron digitales. Mis manitas tuvieron por primera vez una Sony cibershot, las cámaras que se volvieron tan populares y fueron la puerta de entrada para muchos de nosotros, la primera a la que tuve acceso fue una de 1.2 , así es uno punto dos megapixeles, una resolución que ahora da risa y que cualquier móvil de gama baja supera con facilidad. Pero en aquel entonces era toda una proeza. Tomar fotos y pasarlas a la computadora era un ritual casi shamánico pero el ahorro de tiempo, ansias y dinero de no tener que imprimir todo lo que tomabas o esperar a que se terminara el rollo, es mas cambiaba el paradigma pues no tenías que tener una tarjeta de memoria nueva, solo bastaba con descargar las fotos y borrar las que había. Si la cámara de 35mm era magia, las cámaras digitales era la epítome de la hechicería. La foto digital había llegado para quedarse en mi vida. Y había un gran camino que aprender.