viernes, 26 de julio de 2013

De los Megapixeles a las Lentes (El camino de alguien que quiere aprender fotografía) 2


Como les comenté en la entrada anterior, mis primeros pasos en la fotografía digital fueron con una Sony Cyber-shot DSC-P30 de 1.2 megapixeles, prestada obviamente, pero era una dicha tomar esas fotos y tenerlas ese mismo instante en mi computadora. La era digital me estaba asombrando, en ese entonces una tarjeta de 16 MB era LA ONDA, exacto, dieciséis megas, no gigas como ahora. Con esa cantidad podías tomar fotos hasta hartarte. Adiós a los rollos de 24 fotografías, adiós a la espera, a los revelados caros, aunque las cámaras se amortizaban realmente si llegabas a tomar muchas fotos (como en mi caso).

Después tuve mi primer cámara propia, si era mía finalmente y fue la DSC-P9, con 4 megapixeles, era una barbaridad en aquel momento. Yo podía morir tranquilo porque sentí que "ya había llegado". Así es ya podía tomar fotos, pasarlas a la computadora, enviarlas por correo electrónico o grabarlas en un CD, 650 MB se antojaban prohibitivos para llenar al tope con fotos… y justo cuando se pensaba que había paz, llegó "La guerra de los Megapixeles" así es.

Los tan famosos, mentados y revisados megapixeles se convirtieron en el "yo la tengo mas grande" de la era fotográfica digital,  fueron objeto de controversia y de marketing (aún lo son) porque al final la pregunta siempre fue: ¿cuántos son suficientes? En aquel entonces 4 eran suficientes para mi, las fotos mostraban lo que yo quería, eran fotos planas, sin chiste quizás pero con mucha historia. Esos cuatro megapixeles eran mas que suficiente para vivir. Pero la mercadotecnia nos trajo 5, 7.1 y mas… actualmente se rumora de una posible Canon de 75 megapixeles (una grosería si me lo permiten). 

Ahí fue cuando aprendí acerca de las resoluciones, acerca de los puntos por pulgada, acerca de los pixeles. El Photoshop era algo complicadísimo que sólo los muy expertos conocían, el usuario de a pie jamás.

Pues bien fueron pasando los años, mi cámara cayó en manos de lo amante de lo ajeno, tuve otra que en una buena fiesta (intoxicación etílica incluída) se extravió y pues después de varios meses sin cámara, pude ahorrar lo suficiente (porque esa cámara ya la compré al 100% con mi sueldo, ¡que satisfacción!) y pues aspiraba a una DSLR pero francamente no me alcanzaba así que compré una Bridge, una Nikon P500 muy mona, con un zoom capaz de tomarle fotos a la luna desde un primer piso, vaya toda una pasada de cámara. Y así fue como comencé a interesarme más en la fotografía en forma mas seria. Una Bridge no ofrece el cambio de objetivos pero si da un menú mas amplio. Con esa cámara pude hacer mis primeros timelapses, con 12 MPX las fotos eran más que decentes, cualquier impresión salía genial y lo mejor era la calidad de su óptica, y ahí me comencé a enamorar de Nikon… 

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