miércoles, 9 de febrero de 2011

Bloc de Notas 04 - Afuera & Adentro

Afuera: Estás esperando, te citan a una hora y debes llegar mínimo 20 minutos antes, en una sala de espera de lo más incómoda, si estás yendo es porque te sientes mal en ESE preciso momento, pero resulta que si hay mas personas agendadas tendrás que esperar a que haya un lugar libre, y le pides a todo en lo que crees (en ese momento te acuerdas de Gaia, de la Guadalupita y de tu pulsera PowerBalance) que alguien falte y tengas un turno rápidamente.

Adentro: Entra el paciente y si es primera vez se le otorgan preciosos 20 minutos para que te explique lo que le pasa, te describa su dolor, su malestar, explorarlo, escribir la nota, hacer la receta, llenar mínimo 3 encuestas de salud, pensar en las infinitas posibilidades de diagnóstico: desde lo más sencillo hasta lo más complejo, pensar en un tratamiento adecuado y "dejarlo ir".

Afuera: La espera se hace mas incómoda con tanta gente, con niños jugando por el pasillo o la sala de espera, en realidad no estás de humor para ver a los niños y mucho menos para soportarlos llorando. El malestar crece a cada momento y sólo esperas a ser llamado, dichoso si traes audífonos, pero corres el riesgo de no escuchar tu nombre así que te resistes a aislarte del mundo, si dominas el don de tuitear y escuchar tu nombre ya la hiciste.

Adentro: Intentando no ser grosero se dirigen las respuestas del paciente hacia los datos que nos sirven para integrar un diagnóstico, hay pacientes que sólo desean ser escuchados y que el mayor malestar se encuentra en su corazón, con una sonrisa se le cortan las respuestas con mas preguntas acerca del cómo, donde, cuando y cuanto tiempo tiene su dolor, cual ruleta rusa con cada palabra se integra una imagen mental del diagnóstico y se procura escribir al mismo tiempo que se piensa, mirando al paciente con una sonrisa a veces prefabricada e intentando no parecer robot.

Afuera: El malestar ya es tan grande pero no quieres ni ir al baño porque sabes que el personal no te dará "chance", mucho menos la señora que está junto a ti, todo mundo quiere pasar antes y acabas de ver cómo no quisieron atender a alguien que llegó cinco minutos tarde, mejor no te arriesgas.

Adentro: Siguiendo las intrucciones de la computadora haces las encuestas, llenas y llenas formatos, pides estudios de laboratorio y planeas la siguiente consulta, por un momento angustiándote si es que los resultados no salen como los quisieras, y aunque no son de tu familia, los pacientes por 20 minutos son personas que te importan.

Afuera: Ya estás oficialmente de malas, ¿A quien jodidos se le ocurre traer niños a la clínica? y el señor de enfrente ¿no puede taparse la boca al toser? y la señora de junto ¿no se da cuenta que su plática con la comadre (quien también está sentada junto a ella) no te interesa en lo más mínimo?...

Adentro: Quisiera uno tener visión de rayos X o de Tomografía para poder ver completo al paciente y conocer las causas de sus molestias y así ahorrar mas tiempo, pero un minuto, si un minuto que se le otorgue a un paciente es un minuto que se le quite al otro, así que el stress aumenta cuando van 14 minutos y aún no ha salido la primer hoja de la impresora, ni se ha integrado al expediente.

Afuera: Escuchas tu nombre y te paras con una cara que expresa tu malestar, entras al consultorio y ves al médico escribir algo en la computadora mientras, sin verte al rostro, te invita a que te sientes, ves que garabatea algo en papeles, saca papeles de la impresora, acomoda unos folders, te mira al rostro y te pregunta: ¿Qué le sucede?.

Adentro: Terminas tu papeleo oficial y piensas en quien habrá sido el graciosito que pensó que 15 minutos de consulta por paciente subsecuente y 20 minutos por paciente de primera vez son óptimos... apenas si da tiempo de hacer todo, y ya está el nuevo paciente frente a ti, sonríes, este paciente no tiene la culpa de tus neurosis, total te dijeron que ser médico era ayudar a los demás, para ganar mucho dinero, para ser un héroe, para cambiar el mundo y para bla.bla.bla.bla.

Afuera y Adentro: Cara a cara el paciente explica sus padecimientos y el médico que parece un robot con piel humana escucha, escribe, pregunta, escribe, pregunta, te ausculta, escribe e imprime unas hojas, las firma y te despide.

Y así en cualquier servicio de salud, sea ISSSTE, SSA, Seguro Popular, IMSS, PEMEX, SEDENA, etc...

En ambos casos, el paciente no tiene la culpa de ser víctima de los servicios de salud del Gobierno, y el Médico no tiene otra mas que acatar las órdenes de aumentar la productividad (cifras, cifras) y tiene que ser víctima al igual de las incongruencias de personas que detrás del escritorio piensan que una consulta bien dada se puede realizar en sólo 15 minutos.

Si tan sólo todos los derechohabientes asistieran a una consulta cada 6 meses, estando sanos, los servicios de salud se saturarían de tal modo que se obligaría el sistema a contratar mas médicos para atender a mas población, a habilitar y construir espacios para la atención a los pacientes y mejorar el esquema de servicios. Pero pensar en ir a la clínica es "perder un día" total estamos sanos ¿No? ese tiempo lo podemos dedicar a otras cosas (menos a nosotros mismos y nuestra salud).

Y lo más fácil es cerrar esta historia echándole la culpa al médico... y al paciente por supuesto, y así el ciclo sin fin.

Bryan Roberts.

2 comentarios:

Gabby dijo...

Interesante lo que pasa Adentro, porque al describir lo que pasa Afuera, parece que me estás viendo... Yo sí era de las que prefería ir al médico particular antes que ir como dices, a perder el día a la clínica del IMSS porque además de la espera, hay que aguantar el mal genio de la enfermera o de la señorita que te reciba al llegar y al final el "no hay" del sr de la farmacia.
Yo por eso ahora tengo mis citas particulares con un guapo médico en el Vips! jajajajaja
Besos doc!

linda_lilu dijo...

No podrán poner ésta entrada en algún lugar (con letras en rojo grandes) de cada una de las clínicas??? Digo pa' que todos sepan como se siente el estar adentro y el estar afuera :(