jueves, 12 de enero de 2012

Puta.ttention S03E03 Out and Proud.



Salir del closet es una de las decisiones más difíciles que toda persona homosexual (o bisexual según sea el caso) debe tomar. No es obligatorio para todos salir, de hecho en un universo ideal y utópico ni siquiera debería ser objeto de charlas, libros, escándalos y morbo como lo es ahora.

¿Porqué es tan difícil salir del closet?
En una sociedad misógina y machista como la Mexicana de este siglo (que no todos, aclaro para que no se me ofendan), ser homosexual es sinónimo de una castración social del hombre, es decir todos aquellos hombres homosexuales per sé son equiparados a las mujeres, quienes en el pensamiento retrógrada de los machistas pues ellas "valen menos, pueden menos, hacen menos" por ser mujeres, son débiles y sólo sirven para determinadas tareas, entre ellas abrir las piernas. Entonces un hombre homosexual según este pensamiento es un hombre que "traiciona" a su género y se vuelve mujer (claro en la retorcida visión de estas personas), por lo tanto muchos hombres son objeto de burlas, faltas de respeto en sus trabajos, en sus familias, pasan de ser Luis o Pedro, a ser el puto o el miembro incómodo de la familia, pasan de ser parte de la dinámica a ser excluidos (y eso que no estoy tocando la dinámica lésbica, que esa merece un post aparte). 

Por eso salir del closet es una jugada que debe pensarse, planearse con sumo cuidado y siempre saber con quienes se puede salir, no es obligación, hay personas que pueden perder mucho: familia, trabajo, posición social, etc. Ser diferente siempre será una disrupción en la dinámica familiar.

Recuerdo cuando a mí me sacaron del closet, resulta que en ese momento yo llevaba una relación mas platónica que cercana con un chico del puerto de Veracruz, Ariel… Él era el típico moreno porteño, guapo, chacalón, el cual nos conocimos ya ni recuerdo el porqué, y decidimos usar la correspondencia, cada tercer día me llegaba una carta de él, yo la esperaba con ansias, así como se espera el siguiente caballito de tequila, y le respondía, así iba la dinámica hasta que me invitó a su graduación, él por azares del destino se había retrasado un año y apenas iba a salir de la prepa, mientras yo acababa de entrar a la universidad. Su graduación fue buena, su familia se portó muy agradable y amable conmigo y esa noche nos quedamos a dormir en casa de un tío suyo, en la mañana cuando no hubo nadie aprovechamos para (cómo podré decir fornicar sin que se lea tan así) bueno aprovechamos para hacernos cariñitos, y después de la comida, yo regresé a Orizaba. 

Al llegar a casa, mi madre había encontrado las cartas de Ariel, las había leído y quemado algunas, hizo un drama digno de cualquier episodio de la Rosa de Guadalupe (en drogas obviamente) y al final recuerdo que me dijo: "Es que tu no eres así, lucha contra eso, lucha, lucha". 

Con algo parecido a la ternura la miré y le dije -- "siempre he sido así, así era ayer y así soy hoy, soy el mismo y nada ha cambiado, si lo que quieres es que me case, que tenga hijos pero que a escondidas ande buscando hombres, lo hago, pero no soy de los que les gusta desgraciarle la vida a terceros ¿la mujer y el hijo que culpa tienen?, ¿crees que eso sería vivir bien? ¿a quien quieres que le de gusto?, lo siento pero así pienso. Y he conocido a muchos casados que en un descuido de sus mujeres me proponen cosas. ¿Eso quieres?"-- Naturalmente mi madre no supo que responder, los siguientes meses fueron un infierno en mi casa, hasta que mi madre se dio la oportunidad de ver que "mi mundo" no era tan diferente a lo que conocía, y que en primer lugar, nadie mas tenía que saber si yo no quería, en fiestas familiares a razón de a veces llevar a "un amigo" y no tener novia, algunas personas han captado la indirecta, a quienes les ofende simplemente se les respeta su punto de vista, que aunque erróneo pero muy suyo.  

Yo aparentemente no perdí mucho saliendo del closet, básicamente porque esa salida sólo fue para emparejar bien el suelo, tuve suerte y hasta ahora he sido coherente con muchos aspectos de mi vida. Pero hay quienes no han llevado la misma suerte, es por eso que cuando veo personas que luchan entre estar dentro o fuera, que le dan vueltas al asunto y no saben qué hace, prefiero hacerme a un lado pues su lucha es personal, esa asignatura ya la cursé y saqué un sobresaliente.

Hoy soy Bryan, así a secas, cuando alguien me quiere poner etiquetas, amablemente les declino y les pido que usen su cerebro, cuando no quieren me alejo, no estoy para tratar con necios. 



Al final, todos buscamos amar y ser amados... 

1 comentario:

Cristina dijo...

Querido Bryan, es precisamente porque se atreven a hacerlo, sabiendo que en el camino "perderán" la amistad o el cariño de alguien, que recibirán comentarios nada respetuosos y pasarán por un sin fin de malos ratos, la gran mayoría de las veces porque nuestra sociedad es así. Es por esto que yo los admiro, porque son valientes, porque son consecuentes con lo que sienten y piensan y esas son cualidades poco vistas y por eso, también los y las respeto. Tomar un decisión importante no es nada fácil y tú, como muchos otrxs, lo has hecho y eso es de gran valor. Gracias por compartirlo! besos y así y tal.